Desde que trabajo en este mundo de las carreras, cuando llega la primera cita de la temporada siempre tengo un «feeling» especial, diferente, sólo comparable al que tenía de pequeño ante el primer día de escuela después del verano. Por un lado, una ilusión inmensa de reencontrarme con amigos y compañeros pero a la vez, la tristeza de dejar atrás las vacaciones.
A diferencia del año pasado que el día 1 de enero arrancaba rumbo a Austria para cubrir la cita inaugural del Europeo de rallyes, esta temporada mi primer “bolo” no ha sido hasta Monte-Carlo. Una prueba única, me atrevería a decir que mágica y que está a poco más de 5 horas en coche de mi casa…. Sin embargo, por diferentes circunstancias, tuvieron que pasar bastantes años antes de pisar por primera vez sus tramos. Recuerdo muy bien que me dolió especialmente perderme la edición del 2002, era el debut en el Mundial Júnior de mi paisano Dani Solà con el Saxo S1600 amarillo del RACC y todos mis amigos estaban allí apoyándole…. pero las fechas en las que se disputa el “Monte”, siempre a mitad de enero, son pésimas cuando estas estudiando pues siempre coincide con las semanas de exámenes.
Así que tuve que esperar hasta 2006 para disfrutar de mi primer rallye Monte-Carlo y lo hice acompañado de “Fer”, un buen amigo mallorquín que tampoco quiso perderse el estreno de mi vecino Xevi Pons cómo piloto del equipo Citroën ni el de Gronholm a los mandos del nuevo Focus WRC. De aquella excursión recuerdo perfectamente que viajamos de noche directos al shakedown, que algún día tuvimos que dormir en el coche, que fue una edición sin nieve y que además me denegaron la acreditación de prensa… pero la verdad es que a pesar de todo lo pasamos muy bien!
A pie de cuneta 
Se te olvidó nombrar que vimos ganar a Gronholm un Monte!Fue algo dificil de ver en plena era Loeb!